Porqué la miel no caduca
Pocos son los alimentos que no caducan. Basta con ir a la tienda y fijarse con las fechas de caducidad de cualquier alimento. Seguramente hayas oído alguna vez que en algunas tumbas de los faraones se ha encontrado miel en perfecto estado. Por eso la miel no caduca nunca, o eso se ha creído siempre. Pero en esa afirmación hay parte de verdad y también parte de leyenda urbana. Intentaremos despejar la incógnita.
¿Por qué la miel no caduca (o casi nunca)?
El hecho de que la miel no se haga mala tiene su explicación. Veamos las razones:
- La miel y el agua
La principal razón por la que la miel se conserva durante tanto tiempo se debe a que lleva poca agua. La inmensa mayoría de alimentos tienen gran parte de agua. Las abejas, cuando han guardado el néctar en las celdas dentro de la colmena, intentan eliminar la humedad que tiene la miel para dejarla mucho más espesa, además de más deliciosa. La humedad de la miel es muy baja, menos del 20%, y sin agua, las bacterias que se encuentran en los alimentos no pueden aparecer, y si lo hacen desaparecen en muy poco tiempo. Esto evita que la miel se haga mala.
- La acidez de la miel de abeja
Otro aspecto a tener en cuenta es la acidez de este producto milenario. La miel es muy ácida ya los microorganismos les gusta poco la acidez. Un impedimento más de lo que nos beneficiamos todos.
- Propiedades antisépticas de la miel
Entre las múltiples propiedades de la miel de abeja, encontramos un poder antibacterias. En el proceso en el que las abejas fabrican la miel se produce una reacción química en el momento en que mezclan el néctar de las flores con las enzimas propias. La reacción hace que aparezca el llamado peróxido de hidrógeno, más conocido como agua oxigenada. ¿Y qué bacteria puede sobrevivir al agua oxigenada?
Por estas razones se piensa que la miel de abeja no se estropea nunca. Pero cuidado que no depende todo de la miel.
¿Es cierto que la miel nunca caduca?
El hecho de que muchos piensen que la miel no se haga mala tienen sus razones. Ya lo hemos contado. Pero fuera de leyendas, lo que sí está demostrado es que la miel sí se puede estropear. Se ha demostrado que la miel puede perder las condiciones óptimas para el consumo si le afecta el calor. Es decir que, si conseguimos tenerla en un lugar adecuado como un lugar fresco y seco, puede que consigamos que la miel no se haga mala durante mucho tiempo. Por tanto, hay una parte de leyenda y una parte de realidad en que la miel de abeja nunca caduca. Los expertos hablan de que pasados tres años puede perder propiedades, pero rara vez se hace mala. A menos que el recipiente esté mal cerrado o sus condiciones de conservación no sean las más óptimas.
Es decir, que sí tiene fecha de consumo preferente, aunque lo cierto es que es capaz de durar sin ningún añadido durante un largo período de tiempo. Por eso encontramos en el etiquetado de la miel el consumo preferente, que es de dos años.